Refugio

Por Victor

...poco a poco, surgiendo de un fondo turbio, caótico, sin fin. La semblanza de un recuerdo que alguna vez fue padre y que ya no está. Me conversa con calidez durante mi descanso nocturno, me alivia y solventa su partida. Su figura emblematica que rige mi devenir pero que se aleja en cada sueño y que también me hace saber que debe descansar..

Daniel

Por Felipe Bonilla



Era una mujer de excelencia, transcurría su vida de la universidad donde a sus 30 años daba clase de astrofísica, al centro de investigaciones aeroespaciales, su trajecito negro corte francés apretaba su esbelta silueta y a su paso más de uno quedaba boquiabierto. Trabajaba en el proyecto de su vida, un lanzamiento de un radio de infrasonido que sería enviado a Marte.

No hacía 20 horas siquiera, que en una blanca cama esta mujer gritaba con los dolores más fuertes y hermosos que en un hospital se pueden escuchar, con 38 semanas cronogramado para el nacimiento en este día y a esta hora, el pequeño todavía sin nombre sintió la luz y con sus pequeñas manos si acaso pudo tocar a su madre. Ella tras 3 horas de descanso programado salió dejando al pequeño al cuidado de las nodrizas del hospital privado donde había dado a luz.

Nuevamente en el centro aeroespacial todo estaba preparado para el lanzamiento, con bombos y platillos festejaron el regreso de la recién parida, se entremezclan imágenes de aviones, puertas corredizas con dolores insoportables y presentimientos catastróficos. En un abrir y cerrar los ojos del sueño la mujer intocable desapareció, todos en la sala sabíamos que pasaba pero nadie se animó a decir, nadie dijo palabra alguna de consuelo o de reproche, apareció el temido silencio sepulcral cliche de tantos horrores cinematográficos. Ella desesperada corría por los pasillos del hospital esperando una respuesta que su corazón ya sabía, llegó sin aliento a la sala de incubación donde junto a muchas almas más, con sus ojitos todavía cerrados, el pequeño sin nombre yacía sin vida dentro de una caja de plástico transparente. los tíos intentaron consolarla, mientras las enfermeras no sabían que es lo que exactamente había pasado, tras ella un reproche propio de no saber como reaccionar ante esta situación, se limpió el rimmel corrido a causa de las lagrimas, tomo un bocado de aire fresco y cuando estaba por salir del hospital, despertó por el movimiento del pequeño Daniel que estaba a su lado en la cama exigiendo su leche matutina.

Otro de Victor!!

...a traves de la niebla y las uñas, me introduje en un bosque susurrante, ciego y herido, nunca huyendo pero buscando sin descanso, un nombre en mente que no terminaba de estructurarse, caras desconocidas depositadas en situaciones conocidas, una condensacion desesperante que se amontonaba en torno a ese nombre, que al despertar logro cumplir su cometido: largarse sin revelarse!

Shanghai

Estaba oscuro, la noche era bien negra, un aire ominoso y lúgubre cubría el ambiente, el agua que avanzaba lentamente ayudaba a que el miedo le revolviera cada vez más fuerte las tripas. Ella contemplaba con resignación como su balsa se iba hundiendo, cómo lo que alguna vez fué, ya no era, ni iba a ser; una mujer le tomó la mano y la arrastró hacia el mar, podía sentir como le pinchaba la piel el frio del agua,cómo contraía cada músculo de su cuerpo, se dejó llevar y comenzó a nadar, la luna se posaba como espejo roto en la superficie que podía espiar con cada bocanada de aire; al llegar ahí , saca la llave de su mojado bolsillo, le tiritaba el alma, abrió la puerta y un poco de agua entró en la balsa, que se encontraba hundida cual submarino, el agua lentamente fue bajando, parecía que nada iba a ocurrir esta vez. Luego de unas horas empezó a llover de nuevo , algo hacía pensar que nada iba a arreglarse, la orquesta de gotas comenzó a aturdirla,a aplastarla, se hacía cada vez más fuerte,más ensordecedor, ya no era música ni ritmos, era el resultado del sonido de cada gota mezclado con cada uno de sus recuerdos, la mujer que la había acompañado hasta su casa decidió partir, se quedó sola y en un instante, pensó en dejarse morir, pero la posibilidad de una muerte traumática la empezó a llenar de temor,no podía dejar de sentir anticipadamente, lo que le iba a pasar cuando el cuerpo dejase de respirar; recogió un reloj, agrarró sus llaves y le gritó a la misteriosa mujer que se aparecía sin rostro, que la espere, agitada comenzó a nadar, las olas rebeldes por momentos no le permitían avanzar, sus miedos, obsesiones y fantasmas no dejaban de hacer lo suyo como tantas veces,como siempre, se preguntaba si hizo bien en dejar que se hundiera esa casa dónde había pasado sus días. Al salir del agua apareció en un castillo , con un amigo quisieron tenderle una broma a quien vivía ahí, como niños recorrieron cada recoveco y se metieron en muchos pasadizos secretos, interrumpieron una obra de teatro con sus risas( ya no era un castillo, era un viejo teatro)  hasta que ella quedó trabada en un lugar, en el intento por salir, los deslices de esta extraña realidad la encontraron en un museo mostrándolé sus pinturas con motivos orientales a su maestro, que le guiñaba cómplise el ojo ( el maestro parecía entender algo que ella no) Ahí despertó.... necesitó escribirlo, para leerlo y volverlo a ver de lejos, en unos días, meses o décadas,ver, con esos ojos que los años hacen que algo banal se convierta en algún tipo de " mensaje"; quizás en un tiempo se vaya el miedo de abandonar la vieja casa, quizás el tiempo la encuentre disfrutando un poco más del arte, quizás entonces entienda lo que en los sueños el agua, el mar, el ahogo, hace rato le vienen susurrando al oído...

Perdón la tardanzaa!! Necesitamos una imagen propia para este!!!

Por Victor Mendez

...anoche parte de mi estructura se resquebrajó, se cayó a pedazos, se desprendió sin remedio, cayendo irremediablemente hacia el vacío. Mis dientes salieron despedidos en un sueño vertiginoso, el desespero me hizo arrastrarme en pos de ellos, pero huían sin control (pero con determinación), al final mi boca desdentada me hacía muecas sangrientas, exponiendo el corazon de mis defensas, ahuecadas, reventadas...

Para soñar

 Por Luis Alberto Spinetta

Tus ojos vagan tristes      
haciéndose de sombras.
Mientras la noche abrigue amor
yo subiré a tu alcoba.
En tu cielo me reuniré
y en tus labios me perderé
para soñar…
Para soñar…
Tus manos tan frías
se envuelven en la aurora
y  todo lo que dices,
alegra como un canto.
y en tus ojos me fijaré,
y un tus labios me perderé
para soñar…
Para soñar…
En la luna del revés,
todos saben que hacer,
y hasta el ángel de las aguas
se cansó de crecer,
y aunque el alma de la gente
siempre  tuvo razón
yo tendré que mirarte
como si no fueras vos.
El mundo grita en vano.
Etérea tu alma viaja,
pero cuando regresas
recobran las miradas.
Y en tus ojos me fijaré
y en tus labios me perderé
para soñar…
Para soñar…

Cuentas pendientes

Con una sensación de iluminación ( no el sentido literal sino el otro) que el sol le ofrecía esa mañana , se despertó pensando en ese sueño antes de que se le escape, qué pasó ?? Los deseos de buscar eso que le hace falta en otro y el temor a encontrarlo, llevaron a esta viajera máquina a elucubrar con todos sus interminables recursos, las imágenes que la acompañaron durante esa fresca noche y así aunque sea un ratito, despejarse de su ordinaria realidad.
Ahí estaba sosteniendoló en brazos , pidiendo el perdón que nunca pidió, secando lágrimas con sus manos, llorando y ofreciendolé un más allá que no estaba segura de poder cumplir, lloraron se secaron la cara mojada del dolor ,él sentado en el inodoro y ella enfrente, se encontraron de nuevo y se permitieron quererse, con el amor adolescente que los había encontrado en sus partes más sanas, más únicas, se prometieron familia, una vida juntos, otras cosas que se las llevó la mente para siempre, esas cosas que se guardan en algún lugar , que se soñaron pero que no se recuerdan al despertar.
Ella le dijo que nunca más iba a dejar que lo hicieran ser como el no es, que ese baño decorado con motivos de mafalda, tenía que ser pintado y la casa redecorada, que de la única forma  que podían estar juntos de nuevo era moviendo las cosas de lugar, los dos, de a dos.

Se despertó, el sueño terminó no queda claro por qué mafalda , tampoco entiende por qué se reconciliaron en el baño, ni qué hacían las historietas de mafalda pegadas cual guarda en la pared detrás del inodoro, no le quedó claro porqué al despertar en su cama dormía otro hombre y se quedó con la duda de si ser infiel en un sueño es al fin y al cabo otra forma de ser infiel.
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 Rita

Desasosiego

Por Naty Vartanian

Ella emprendió su viaje sola, porque así estaba: sola, como si los demás habitantes de esta ciudad se hubieran ido momentáneamente a otra dimensión. Algo de ella ya no estaba, algo había perdido, lo había dejado de a poco, como la arena que se cuela silenciosa y tímida por debajo de la puerta.
  Cargó en la mochila lo necesario mientras iba tachando de la lista, que cuidadosamente había escrito, las cosas ya guardadas.
Pensó en lo que había pasado recientemente, esbozó una sonrisa débil, casi burlona de sí misma, y siguió con su tarea hasta finalizarla.
Quería llamarlo para contarle, pero no habían hablado en un tiempo. Cerró y aseguró su mochila, miró el reloj, y vio que ya era hora. Era hora de irse.
Cuando llegó a destino, el mar estaba tranquilo, el día nublado y la arena era blanca, fina y un tanto resbaladiza. Con su mochila a cuestas, la mirada medio perdida, y ese vestido lila que le había regalado, caminó y caminó recorriendo el lugar. Se interesó particularmente por un puesto donde algo que brillaba tranquilamente atrajo su atención de inmediato. Lentamente se acercó, la agarró entre sus manos y percibió algo en su interior :"Aguamarina" escuchó. Levantó la vista, la muchacha a quien pertenecía el puesto le había hablado: "Aguamarina", repitió una vez más, "la aguamarina es una piedra muy tierna que tiene propiedades calmantes, para momentos de fuertes cambios emocionales. Da una calma serena" terminó diciendo.
" Serena.....serena....." se repitió a sí misma por un momento. Ella no supo si fue la mirada de aquella muchacha hablándole dulcemente o si fue el mismísimo efecto de la piedra que sostenía entre las manos, pero en ese preciso instante la serenidad se apoderó de ella."Si",  dijo la vendedora con una sonrisa cómplice y amable, "es tuya". Sin mediar más palabras la ayudó a colgar el dije en su cuello, la despidió con un beso en la frente y ella siguió su camino.
De vuelta hacia la casita que había rentado, miraba curiosa el paisaje, el día seguía nublado, con una llovizna que lentamente iba mojándole la ropa. Y ahí estaba. El corazón se aceleró lo suficiente como para sentirlo sin necesidad de apoyar la cabeza sobre su pecho, la respiración se detuvo, los pies no sabían a dónde ir. Solamente pudo mirar. Solamente pudo mirarlo, mirarlos.
La lluvia que lentamente había mojado su vestido, ése que él le había dado, el pelo sobre la cara desalineado, los ojos mirando sin ver, los pies recubiertos de arena mojada,la aguamarina colgando sobre su cuello  y él, sonriendo. Intentó moverse, pero sólo consiguió dar unos pasos torpes. Decidió moverse, casi obligándose a hacerlo. Pasó cerca de donde estaban, tratando de ser invisible al menos por 10 pasos, pero el perfume que llevaba, ese que a él le recordaba a febrero, inundó el aire y llamó su atención. Comenzó a buscar la fuente de ese aroma, pues era inconfundible, era una mezcla de madera, flores y ella. Sin lugar a dudas, la buscó con la mirada hasta que dio con ella, pero solamente se miraron. Ella, con el pelo sobre la cara y la mirada ya no perdida  sino intensa. Él, tenía los ojos marrones brillando, el pelo descuidado como si hiciera meses que no se lo cortaba, la barba de unos días y el ceño fruncido.Intentó ir hacia donde estaba ella, pero ambos entendieron que no era necesario. Se sonrieron, asintieron con la cabeza levemente como si eso dijera todo y siguieron su camino.
Ella sabía que iba a tratar de recuperar eso que el amor le había robado, ese desasosiego que se siente sólo cuando el amor no es correspondido, pero ahora la serenidad estaba de su lado. Al menos era una buena forma de comenzar, una buena manera de empezar a sanar. Ella, su aguamarina, el vestidito lila y el mar. Ya no estaba tan sola, se tenía a ella misma

Deshora

Podrías estar acá no? Como un perfume acariciando, dándome el sueño.
Saltarte las distancias, ser del mismo ruido, sorberlo juntos.
Los dos puntos-estrella compartidos, el debate estrella-punto.
Deberías estar ahí y observarme escribiendo como arte chino cuántas palabras,
dibujar el papel y dibujarte, verte envuelta por esto de escribir que no tengo.

Podrías soñarme allá, llamarme gimiendo a un alto sueño de sexos y costumbres,
hacer malabar entre mis piernas, cruzarnos en el grito.

Y así como sin apuro y sin presión en medio, te nos escribí acá.

Julio Langsam.

Las palabras de Juarroz que nos regaló Meli

Mi mano acaricia tu sueño.
y para mejor acariciarlo
se convierte ella también en sueño.

Pero entonces tu sueñose convierte en una mano,
para poder corresponder a esa caricia.

¿El amor será siempre
el cruce de una mano que va
y otra mano que vuelve?

¿O será solamente
el paso de dos sueños que se cruzan? 


Roberto Juarroz