Un Sueño, una aparición, una sensación al despertar, una idea, la mirada perdida en algún lugar y la cabeza viajando, un sabor que se acuesta en la punta de la lengua cuando amanecés, te invito a que pasees por estos paisajes oníricos y si te tienta.....compartas lo tuyo.



jueves, 3 de mayo de 2012

Otro Hermoso Sueñoooo de Feli!!!


 Las Olas

El horizonte se vestía de naranja atardecer, mi viaje había empezado hacía unos días con la gente del circo, el transporte, una camioneta, vieja, le decíamos la hojalata con cariño. Era del viejo Alfonso, un hombre de gran barba que hacía de vez en cuando trabajos con nosotros. 

En la tarde volvíamos por la carretera pegados al mar, con Alfonso conversábamos de alguna cosa sin importancia, tal vez de la mujer, o del partido de fútbol, la carretera se veía infinita y el clima árido causaba una idea de calor, del lado derecho el sol se ocultaba con suma paciencia, al frente había otra camioneta, mucho más nueva y en el balde viajan dos muchachos de mediana estatura que comenzaron a tirarnos cosas, una llave al principio que la tomé curioso, no se como exactamente llegó a mis manos, se parecía a la de casa, pero tenía un llavero circular blanco. Intenté devolvérsela aventándola  por la ventana, ellos ni se inmutaron siguieron con la agresión y contra todo sentido los objetos atravesaban el parabrisas y nos golpeaban, el viejo Alfonso no pudo hacer otra cosa que salirse de la ruta y encaminarse a la mar, al principio todos asustados pensamos que la ojalatita se iba a hundir sin remedio, pero al entrar nos fuimos tranquilizando al ver que flotaba. Todavía con la adrenalina en sangre comenzamos a disfrutar del momento, una hermosa conjugación de sensaciones comenzaron una melodía al ritmo de las olas, la espuma del mar desapareció, me senté en el "balde" de la chata que era de madera, alado mío iba Julio que me comentaba de como era la vida más allá del horizonte, no le creí, simplemente porque el más allá del horizonte era ese momento congelado en un instante mágico de encuentros y sensaciones antiguas.
Felipe



martes, 1 de mayo de 2012

Sueño despierta?


Y después de buscar mucho, sin encontrar nada, de forzar cajones cerrados con llave, de pasar a cerrar celdas, de esperar incansablemente su magia, de olvidarme cual era la mia...me dediqué a frenar, me senté en un parque a ver si mi mente paraba un poco con lo negativo y podia dormir una siesta al sol.
Elegi una palmera para apollar mi espalda y comencé a acomodar lo que sería algo así como mi cuarto, el dia no parecía regalarme nada bonito, hasta que salió  el sol, quizás para hacerme algún favor, pensé. Me quedé sentada observando, mirando de reojo a una parejita que jugaba con su perra y de lejos parecia tener eso que me estaba faltando, ahí estaba yo otra vez conmigo, con el sol que me daba en la cara y sabiendo que sólo yo puedo abrazarme como yo abrazaría ( parece algo obvio pero es una de mis primerisimas demandas), me resigné a la distancia, a los kilometros que me alejan de los que quiero, a las patinetas que arruinaban el paisaje sonoro y por lo tanto cualquier momento poético de parque, de a poquito fui desplegando mis bártulos que cual mundo propio iban saliendo de mi mochila, mis libros, mi mate y mi música, serian esta tarde mi familia. Como de costumbre cuando estoy " bien" se acercaron las lágrimas que me iban anoticiando mi angustia, porque se ve que yo no me estaba dando cuenta de su compañía todo el día, de golpe me encontré con la certeza implacable de que  no puedo obligar que la gente cambie para mi bienestar y el miedo arrollador de la responsabilidad que eso implicaba interrumpió un instante algo que parecía ser un bello sueño diurno, común y corrriente, una tarde de otoño ordinaria. Las viejas almas se hicieron presente, casi sin que medie la voluntad me di cuenta que no estaba sola, a pesar de la obvia soledad. 
Salió una lágrima y mi verguenza detuvo a las demás que se esbozaban cual nudo en garganta, pero las ganas fueron más fuertes, empezaron a fluir y llore con lo más genuino de mi, con la intimidad de una habitación que no era. Mientras, me abrazaban las hermosas almas, mis momentos me susurraban cosas , el sol me soplaba la cara y el arbol me sostenía detrás. Cuando ya no había más para llorar, ahí estaba de nuevo yo sintiendo LA TRANQUILIDAD que no se explica con palabras, solo se siente, respiré varias veces, agradecí el momento y me agradecí a mi, a veces detenerme y soñar despierta es una linda caricia y un fuerte abrazo que me olvido de darme más seguido.